El día 28 de Marzo, mi compañero José Luis Martín (Tuba, acordeón y lo que le echen) y yo, fuimos a dar dos conciertos al Teatro Principal de Andújar. Era un concierto técnicamente difícil pues teníamos que ir combinando entre dos, cuatro instrumentos. Fueron dos públicos bien distintos.
El primer pase fué festivo, revoltoso (para preocupación de nuestras anfitrionas) y muy, muy divertido.
El segundo fué más sutil, más cómplice y la explicación es bién sencilla: eran alumnos de la Escuela de Música y, por cierto, de todas las edades.
Señores enseñantes: los niños NECESITAN OIR MÚSICA. Insisto, OIR. Las palmas fomentan toda la expresividad corporal que quieran, pero , por favor, enseñenles también a OIR relajadamente. Esa fue la diferencia entre un concierto y otro. La educación musical se nota, vaya que si se nota. Y un bravo por la Concejalía de Educación de Andújar, por dar un paso al frente en esta materia.