domingo, 19 de febrero de 2012

Son quince años ya

Hace pocos días, al finalizar el concierto, el profesor de uno de los colegios asistentes me preguntó el tiempo que hacía que me dedico a ofrecer conciertos pedagógicos.

Cuando le respondí que "quince" se quedó sorprendido.....hagamos historia.....

Hace, eso, quince años, hablar de conciertos pedagógicos sonaba a raro, a extraño "conciertos...¿qué?..." Con el tiempo la instituciones tomaron buena nota y se dedicaron a hacerlos, eso sí, con bastante "barba", es decir, mucho de concierto y escaso de pedagógico. E incluso, sin ningún rubor, tomaron parte de un texto de presentación de uno de mis antiguos blogs (¡ falta de imaginación!)

Hubo también muchos músicos que, para salvar la "sequía" del invierno quisieron hacer lo propio y creyeron que con buena música y mucho globo y colorín..hale hop... ya hacían conciertos pedagógicos.

También los hay que, rodeados de un halo pseudo científico, hacen genuínas tonterías.

Hasta hoy me he mantenido en una prudente discreción. Pero ya estoy harto de que a cualquier cosa llamen concierto pedagógico. Y, sí, me considero pionero en este campo, y también, con la suficiente experiencia en la materia para afirmar que hay bastante camelo suelto.

Mis conciertos pueden gustar o no, pero en ningún caso se podrá aludir falta de rigor o de estructura.

Perdón por la inmodestia, pero es que mis conciertos llevan quince años gustando, y espero que sigan gustando por lo menos otros quince años más.

No voy de sobrado o de sabelotodo, pero al revés que en la fábula de Lafontaine, estoy harto de plegarme como la caña y de vez en cuando necesito erguirme como el roble.

Y si me he pasado, ustedes perdonen.

Mis inicios

Vistas de página en total