martes, 30 de septiembre de 2008

Música, Cacerolas, y Conciertos Pedagógicos

Ante todo tengo que remitirme a la vieja definición de la Música que tuvimos que aprender los que nos iniciábamos en Teoría de la Música  a través de un librillo blanco de la S.D.M. (Sociedad Didáctico Musical): "La Música es el arte de combinar el Sonido y el Ritmo".
En principio cualquier artilugio sonante que cumpla esa condición, la de combinar Sonido y Ritmo, es susceptible de transformarse en instrumento musical. ¿ O no?
En muchas y muy buenas páginas educativas, observo cómo se estudian los sonidos asociándolos con objetos comunes sobretodo de la cocina. Yo mismo en uno de mis conciertos ("Como Suena") utilizo ciertos objetos-no culinarios- para asociarlos con los parámetros del sonido (agudo, grave, etc). Lo que resulta sorprendente es que en no pocos sitios en internet y algún que otro "concierto pedagógico" se utilicen sólo chismes de cocina y demás objetos para hacer música. Como curiosidad no está mal, pero sinceramente creo que a los alumnos hay que hacerles descubrir también los "instrumentos" que hasta la fecha se encargan de la famosa combinación del Sonido y el Ritmo.  que distingan una flauta de un clarinete, por ejemplo. Que vean con qué suena la música que oyen a través de los aparatos de reproducción. Todavía no he visto en ningún  conservatorio una cátedra de Cacerolas o en un grupo de pop, un sartenista.
¿ Tan difícil resulta atraer la atención de los niños con instrumentos "normales"?
Yo, por lo menos, lo intento.

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