"-¿Pero es divertido? "... Es obvio que uno no crea un concierto pedagógico con la idea de que sea un tostón. Pero confieso que me preocupa más el hecho de que los alumnos puedan aprender. Más que divertir me gusta sorprender. Y para sorprender no hace falta, a mi parecer, ser forzosamente cómico. Por otro lado siempre quito "barba" al asunto alejándome del otro cliché de "audición seria". El equilibrio es difícil y en eso consiste a mi juicio el éxito de un concierto pedagógico. En todos los que realizo, hago ver a los chavales que la música tiene su importancia, su sitio y que no solo consiste en "rascar" una guitarra sin esfuerzo. "¡ hágase bombero sin esfuerzo!" eso sería impensable. Pues con la música pasa lo mismo. Intento que valoren un arte basado en dos elementos intangibles como lo son el sonido (en mis conciertos en directo, por favor) y el tiempo. ¿Divertido? puede.¿Interesante? seguro.