Inmersos en plena crisis internacional, vemos cómo todo parece derrumbarse a nuestro alrrededor. Lo que creíamos de lo más intocable, Sanidad y Educación, no se han librado del azote de esta situación tan dura.
Los que nos dedicamos al apoyo educativo a través de actividades complementarias sufrimos las consecuencias de los drásticos recortes en la administración y de las dificultades de muchos colegios que contra viento y marea se empeñan en seguir ofreciendo a su alumnado posibilidades de complementar su formación con dichas actividades. A estos colegios e instituciones que, pese a todo, siguen creyendo en la en la enseñanza, debemos ofrecerles lo mejor de nosotros, la más exigente calidad en nuestros conciertos.
Aunque lo he repetido infinidad de veces, creo que en un concierto, más que ir a pasar el rato, o vender lo "ameno" o "divertido", hay que insistir en lo "curioso" , en lo "interesante". A fin de cuentas en un concierto pedagógico se tiene que enseñar. Del método dependerá captar el interés de los alumnos y profesores. En estos 15 años que llevo dando conciertos muchísimos alumnos se lo han pasado muy bien en mis conciertos, y todos, al salir, han tenido claro lo que habían aprendido.
Estoy convencido de que en esta crisis terrible, además de la austeridad, también se impondrá el rigor en una enseñanza más eficaz.