Hace unos días ya que circula la espeluznante noticia sobre la presunta
preparación y resultados de unas oposiciones para Maestros. Me cuesta mucho
trabajo tragar con lo de la “Gallina es un mamífero” o que Avila está en la
costa. Todos tenemos en alguna parte lagunas culturales, pero la presunción de
cultura general de nuestros Maestros tiene que prevalecer. Es verdad que por
muchos motivos el nivel académico ha ido descendiendo con el tiempo. He ahí el informe Pisa. No creo que los
maestros tengan que cargar ellos solitos con la cruz. Muy típico de este país
cargar el muerto siempre a otro.
Por otra parte, no dejo de ver por internet los resultados de innumerables
congresos con sesudas ponencias de expertísimos que con exégesis abstrusas y
gráficos que harían palidecer al mismisimo Einstein exponen, proponen y a veces
disponen vaya usté a saber qué, siempre
y cuando rezume teoría. Les encanta hablar, y aplaudirse a ellos mismos. Como dijo
un tertuliano de una conocida cadena de radio “en este país hay poco experto y
mucho enterado”. Me recuerda un poco a la jerarquía musical en el medievo: los
teóricos, los compositores y en lo más bajo los intérpretes.
Nuestros sapientísimos gobernantes con toda la caterva de asesores y cargos
intermedios sesudísimos todos ellos (sí,sí, esos que cuando te reúnes con ellos
te tratan con condescendencia paterno-filial y cierto aire de superioridad) se
pasan la pelota entre gobierno y gobierno de las reformas educativas obviamente
politizadas (a nadie se le escapa) argumentando día tras otro la famosísima
frase de Groucho Marx: “Surgiendo de la nada, hemos alcanzado las más altas
cuotas de la miseria”.
Pero no contentos con ello estos señores de -eternos -congresos
–que-se-aplauden-a-sí.-mismos, se esfuerzan por castrar toda vocación de
enseñanza a base de estadística y leyes.
Los padres no nos quedamos cortos: en este país da la sensación para muchos
de que la enseñanza es un mal necesario, un sendero pedregoso por donde los
padres tenemos que caminar junto a nuestros hijos y pese a los crueles maestros
y profesores torturadores sin piedad.” ¡ Alto ahí!” Diréis muchos. “¡ Yo no soy
de esos!” .
Arrimemos pues el hombro juntos con los maestros para salvar la educación,
pese a los gobernantes.
Queridos maestros, esto es lo que hay aunque en este blog no quiero dejar
títere con cabeza. Dedicado a un@ maestr@ que asistió a mi último concierto:
Por favor, la próxima vez que asistas a un concierto, apaga tu móvil. Se nota.
Y no, en los centros culturales no hay bar.
Falto yo que no me libro de mí mismo. Durante años he intentado ser
políticamente correcto, contemporizar con todo el mundo y no inclinar la
balanza hacia ningún lado, es decir no comprometerme. O sea un tipo
descafeinado por no herir susceptibilidades.
Menuda idiotez. Ahora quiero ser como Zola en su maravilloso artículo
“J´accuse” que le llevó a la cárcel. O como mi abuelo Javier Bueno (ex presidente
de la asociación de la prensa de Madrid) que fue fusilado por decir lo que
pensaba y¡ oh burocracia!, una semana después indultado.
Sigo creyendo en la inteligencia pese a la mediocridad intelectual de
nuestros gobernantes. Así lo reflejo en mis conciertos y en mis cursos.
Esta es mi página: www.carlosbueno.es