
Cada día hay más centros escolares que valoran la importancia de la música y que cada año hacen esfuerzos por conseguir que los alumnos tengan la oportunidad de acercarse a ella en “estado natural”, es decir, en directo. Muchos son los profesores que tienen que “animar” a sus alumnos para asistir a un evento musical ya sea éste un concierto pedagógico, un concierto de una gran orquesta, etc.
Pero también es cierto el hecho de que todavía la música sigue sin estar lo suficientemente valorada hasta el punto de que el precio de asistencia a esta actividad nunca será lo suficientemente “barato”.
Estoy seguro que el resto de las actividades a las que asisten nuestros escolares tienen un precio más “indiscutible” sobretodo si se trata de algún evento deportivo de renombre. No. No exagero, es que es así.
Me gustaría que supieran qué es por lo que cobra un músico; sepan que el aprendizaje de la música es una carrera de fondo de muchísimas horas de práctica, de conocimientos, de exámenes tanto frente a tribunales como frente al público. Una carrera dura, llena de obstáculos solo vencidos por una vocación infinita.
Mientras alguien obtiene una licenciatura al cabo de cinco años de carrera, el músico no ha hecho más que empezar (la carrera de piano o de violín, por ejemplo, son diez años con todas sus asignaturas).
¿Cuánto cobra un músico? nunca lo suficiente, sobretodo cuando todavía se subestima su labor en muchas ocasiones.
¿Cuánto cuesta un concierto pedagógico? Muy por debajo de lo que en realidad tendría que costar.
El día en que la sociedad tome conciencia del valor real de esta actividad, sus precios estarán mejor considerados.
Y, como siempre, un fuerte abrazo al que se haya dejado caer por este recóndito blog.