miércoles, 17 de agosto de 2016

Estimado Sir Robinson

Estimado Sir Ken Robinson:
Hace unas semanas leí en una revista una interesante entrevista sobre usted.  No es la primera vez que leo algo sobre usted o suyo, porque llevo tiempo siguiéndole.
En dicha entrevista volvía a hablar del viejo y nuevo paradigma de la educación. Siempre me gusta todo lo que publican de usted.
Me llamó mucho la atención un comentario que hizo sobre el hecho de que , efectivamente sus conclusiones suscitaban entusiasmo en la comunidad educativa, pero que veinte años después de tanto predicar, los avances no han sido notables.
Salté de mi silla “¡tiene toda la razón¡”, y claro que la tiene. En las empresas reclaman a trabajadores, cuadros superiores e intermedios con altas dosis de “creatividad”. Pero a la hora de la verdad los directivos piden que no se salga uno del tiesto. En las universidades sigue prevaleciendo la losa de un sistema de enseñanza antiguo. En los colegios se pide creatividad a raudales, pero la falta de auténtica vocación de los profesores y la antigüedad de muchos cuyo sistema educativo ha funcionado-utilizo el pasado y no el presente- y para qué van a cambiarlo, hace que lo que propone usted sea difícilmente realizable.
Pero, mi muy admirado Sir Robinson, no todo está perdido. Existen instituciones que apuestan con convicción en sus palabras y sus informes, y lo llevan a la práctica.
En la que yo doy clases se tiene muy claro que ” la creatividad se aprende”, como usted muy bien señala y que “todo niño es un artista convencido de su propio talento sin miedo a equivocarse hasta que un sistema educativo hace que se avergüence de sus errores”. Los errores son una sin par fuente de enseñanza.
Como iba diciendo, donde imparto clases se apuesta por una enseñanza holística donde la actividad artística no se enseña únicamente como un valor cultural y estético, sino como una potente herramienta creativa y de comunicación a la que todo ser humano tiene el derecho de acceder. Como verá, ¡algo se mueve Sir! También es cierto que el cambio de paradigma no se hace de la noche a la mañana: Si bien los profesores que sintonizamos con usted somos los primeros en tirarnos a la piscina, somos conscientes de que tenemos que ayudar a la formación de los compañeros más jóvenes y con todo respeto y cariño, a la puesta al día de los más veteranos.

Veinte años lleva usted predicando el necesario cambio de paradigma, los mismos que llevo yo en escena tratando de enseñar el potencial de una herramienta de crecimiento personal llamada Música.

Mis inicios

Vistas de página en total